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jueves, 30 de mayo de 2013

El imaginario de seguridad


Vemos como cada acción y pronunciamiento que realiza el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz Granados, nos mantiene en alerta constante no sólo sobre la manera en la que serán establecidos los acuerdos con los demás países sino como el gobierno afronta las crisis de los sectores económicos nacionales, que van surgiendo por esos nuevos cambios en las condiciones y movimientos económicos. Las relaciones existentes entre estas dos situaciones que obviamente también involucran a la cancillería del Ministerio de Relaciones Exteriores, y en la actualidad también recogen sus expectativas en el proceso de paz adelantado en Cuba se transforman en acuerdos que afectan de frente la situación económica interna, porque si bien los TT.LL.CC permiten la entrada de recursos para el fortalecimiento del consumo, las microempresesas se ven gravemente afectadas.  


Por lo tanto, en respuesta a esto se encontró que en el transcurso de estas semanas se incrementó el interés por mejorar esta situación, por medio de la creación de planes que  se están llevando a cabo por parte del Gobierno para apoyar a los productores del sector agropecuario y de esta manera crear  una mayor competitividad y una resistencia a los efectos generados por los diferentes tratados. Sin embargo para que estos sectores se vean favorecidos, necesitan poseer ventajas competitivas que solo se consiguen mejorando los problemas de infraestructura, las condiciones sanitarias, mejorar incluso la inversión  en la tecnología y  la tasa de cambio. Por tanto es un proceso completo que implica muchísimas acciones; y si bien es cierto que son necesarias la inversión y la capacitación para que estas empresas se reintegren a la nueva situación, es necesario que se promulguen  políticas públicas que abarquen la problemática de la situación de las empresas, como se mencionó anteriormente.


No obstante,queda una gran incertidumbre sobre si esto realmente promueve  el desarrollo de las microempresas colombianas puesto que pareciera que aún con estas dificultades, los acuerdos se siguen desarrollando.
El desprotegimiento de los sectores agropecuarios como este y el escaso fortalecimiento de la producción interna generan de una u otra manera el aumento del contrabando que permite que la parte más vulnerable de la población, que es la más afectada por los tratados de libre comercio, sobrevivan o acojan al contrabando como alternativa para huir a la crisis. El Gobierno, a pesar de esto, presenta las  desventajas de éste en sectores como el de textiles, confecciones, calzado, alimentos, licores, tabaco, productos siderúrgicos, agrícolas, combustibles y metal mecánicos.

Parece ser que sólo se promulga aquel llamado imaginario de seguridad para el país, teniendo como base la incentivación a las empresas extranjeras para que realicen inversiones en el país y traigan dinero, rentabilidad y empleo y olvidando que las empresas nacionales son las que deberían ser tomadas en cuenta ya que para poner como excusa de que se toman importancia de ellas se habla de “posibles” tratados o documentos en proceso que nunca llegan a ser validados lo que nos lleva a aquella seguridad imaginaria. El país es dirigido por el Gobierno, no hacia una salida para la creación de empresarios sino de empleados de empresas extranjeras; siendo su principal problemática actual  el intento de satisfacción de incertidumbres que el sector agropecuario tiene, pero sin demostrar mayor interés en este, porque sabemos que el proyecto de país es el de un país minero y no agropecuario. Si la leche es subsidiada es porque puede ser una solución a corto plazo; pero ¿a largo plazo como se verá este sector en la economía nacional?

Encontramos las relaciones entre los intereses que existen con los acuerdos de paz con las aspiraciones de inversión extranjera como las grandes problemáticas a solucionar, a pesar del interés en el sector turístico que se ha tomado en los dos epicentros culturales del país, como un factor determinante es la llegada de turistas extranjeros para la estimulación de la economía, y de esta manera se pretende mejorar el imaginario colectivo que tiene el país, para que se sientan seguros en él, por lo demás se intenta recuperar el recuperen el sentido de pertenencia por la ciudad y puedan disfrutar de los destinos turísticos. Por otro lado el interés el los subsidios para el sector agropecuario, en la medida en la puedan por lo menos continuar produciendo.
“para enfrentar los retos futuros frente a los acuerdos de libre comercio, hacer este renglón más competitivo e inclusivo, favorecer la producción, contribuir al desarrollo sostenible y lograr atender tanto el mercado local como el internacional", explicó la embajadora Van Gool, en el comunicado de prensa del ministerio”.

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